El valor de un buen diseño de packaging
Diferenciarse de la competencia es esencial para que una marca sea rentable y resulte más atractiva a nuestro público. Desde el momento en que nuestros clientes deciden si comprar nuestro producto, hasta el momento en que se lo llevan a casa, influye la percepción que nuestro producto cause en ellos. Por eso, es necesario darle al packaging la importancia que tiene, ya que es el primer contacto que tienen nuestros clientes con nuestro producto.
El packaging puede ayudarnos a aumentar las ventas
El packaging es el tradicional envoltorio de nuestro producto. Cualquier producto puede ir envuelto en cajas de cartón, papel, plástico… Su importancia reside en que es lo primero que nuestros clientes ven, y por supuesto, si es un envoltorio original, llamará más la atención que uno de cartón. ¿Qué significa esto?
Una estrategia de marketing no se limita a una campaña publicitaria o a un eslogan llamativo, esto significa que incluso el más pequeño detalle puede convertirse en marketing para nuestra empresa. Por eso, el packaging forma parte de una estrategia de marketing, siendo un elemento que no debe pasar desapercibido.
No solo es importante para aquellos productos de venta en establecimientos, sino también para aquellos que son adquiridos por comercio electrónico. El packaging o envoltorio es la presentación que le damos a nuestro producto, por lo que, si no es atractiva o bien está descuidada, puede que nuestros clientes se decanten por el producto de nuestra competencia. Por lo tanto, un buen packaging puede afectar directamente a las ventas de nuestra empresa.
En la construcción de tu marca o branding, es muy importante marcar nuestro diseño y lo que queremos transmitir con él. Por eso, el packaging forma parte de nuestra imagen de marca, ya que transmite sensaciones a nuestros clientes. Además, que el envoltorio de nuestro producto sea atractivo puede jugar a favor de nosotros, ya que favorecerá que los consumidores recuerden nuestra marca con más facilidad.
La innovación en los packaging no se limita a un tipo de mercado, sino que cualquier tipo de negocio puede sorprender a sus clientes con un envoltorio original. Desde compañías telefónicas hasta negocios de comida preparada pueden diferenciarse de la competencia con esta estrategia. Si en lugar de incluir publicidad o un packaging tradicional, tratamos con una idea original o una imagen gráfica llamativa, podemos conseguir que incluso nuestros consumidores hablen de nosotros.
A todos nos ha pasado alguna vez que, ante dos productos que cumplen la misma función, nos hemos decantado por el que tenía el envase más colorido o atractivo. Por ejemplo, si queremos comprar crema de cacao y entre las opciones una de las marcas nos ofrece de regalo un envase de cristal pintado con colores y que nos gusta, probablemente nos lo llevemos a casa y nos decantemos antes por esa marca que por otra.
El packaging y el mercado ‘online’
Muchos de nuestros clientes buscan, además de un buen producto en sus compras online, un envase elaborado que incluso puede personalizarse dependiendo del cliente. Si conseguimos que este envoltorio guste a nuestros consumidores, puede que incluso lo compartan en sus redes sociales, difundan nuestra marca y repitan su compra.
El unboxing es el momento en el que nuestro cliente desenvuelve nuestro producto y lo difunde por las redes sociales. Esta tendencia es cada vez más frecuente en todo tipo de productos. Si el envoltorio es atractivo, probablemente le dedique unos minutos y hable de él, sumándole a nuestro producto un valor adicional.
Por lo tanto, un buen packaging, además de proteger el producto, lo diferencia de otras marcas y habla sobre el producto. El consumidor es capaz de diferenciar nuestro producto con solo ver su envase. Y por supuesto, atrae a nuestros clientes y vende el producto.