¿Emprendes tu propia marca? Aquí algunos consejos
Seguro que de hace algunos años a esta parte vienes escuchado más de una vez en tu entorno de trabajo un término que empieza a ser muy familiar en el argot empresarial: el de las “startup”. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de este tecnicismo anglosajón?
Primero cuando lo escuches mencionar asócialo enseguida con tres conceptos clave: ideas nuevas, emprendedores y talento. Aunque los expertos en economía de la empresa ponen, en ocasiones, en entredicho este último concepto siempre a asociar con todas las startups. Al final, como siempre, el tiempo pondrá en valor este último. Bien, cuando hablamos de startups nos referimos a una pequeña o mediana empresa de reciente creación, delimitada en el tiempo, y siempre relacionada con el mundo tecnológico. Una startup siempre es innovadora, una idea de negocio desarrollada por lo general por más de un socio con el objetivo de trabajar esa idea hasta convertirla, eso sí con mucho trabajo, en un negocio rentable.
Pero,¿qué diferencia encontramos entre una startup y una empresa de toda la vida?Una de las claves del auge de las startups es que está formado por diferentes talentos de diferentes profesionales puestos en común con un objetivo claro: hacer negocio. Y es que, al contrario de otras empresas típicamente capitalistas, una startup cuenta con varios profesionales especializados cada uno en su sector como por ejemplo en producción, marketing, investigación…y con una capacidad muy grande de cambio y adaptación al mercado. Son profesionales debidamente formados en una materia o en varias pero que no cesan en su empeño en reciclarse, tanto en sus conocimientos como en el día a día de la empresa. Las empresas de siempre, inmóviles, con una cadena de trabajo o una rutina especifica son historia para estas startups.
Wallapop o Jobantalent, son algunas de las startups españolas de más éxito
La crisis económica, la necesidad de “buscarse un futuro” ante la falta de empleo y la gran preparación de los profesionales españoles ha hecho que nuestro país empiece a destacar en el sector de las startups. Solo en los primeros seis meses de 2016, ya movían cifras alrededor de los 200 millones de euros, un 134% más que en el mismo periodo del año anterior. Aunque eso sí, lejos de otros países como Reino Unido, Alemania e Israel. Según datos facilitados por la firma de análisis Venture Watch, las inversiones siguen creciendo. Las últimas cifras hablan de un aumento en la inversión media (€33 millones, +134%), mediana (€23 millones, +78%) y número de operaciones (91 frente a 71 en 2014) elevadísimas. Alguno de los ejemplos españoles más exitosos son de sobra conocidos como Wallapop, Jobandtalent, o Kantox, con ingresos de 86 millones de euros.
Hay que buscar futuros inversores como fondos de inversión o business angels
Cómo conseguir el éxito:
Pero como en toda empresa, para que una startup tenga éxito existen para ello ciertas reglas de oro cara a conseguir los mejores resultados. Un pequeño ABC que seguir a pies juntillas para iniciar y triunfar con una startup.En primer lugar lo más importante es experimentar y aprender. Es decir, hasta los más exitosos emprendedores de hoy en día fracasaron al principio.Hay que tener constancia y seguir adaptándose y conociendo el mercado. Se debe tener una actitud abierta y no de frustración frente al fracaso. Por ello lo más importante es indagar, analizar el mercado y conocer bien el sector.
Solo así se podrá identificar oportunidades de negocio reales, conocer a fondo la competencia, focalizar en un producto o servicio eso sí siempre que suponga un reto asumible, focalizar en el cliente potencial y plantearse preguntas tales como: ¿Qué necesidades tiene mi cliente? ¿Cuál es su poder adquisitivo? ¿Cuánto está dispuesto a pagar por lo que ofrezco? ¿Puedo aspirar hacia el mercado internacional? ¿Cuál es mi misión y dependiendo de ella, qué puedo aportar a mi cliente y a la sociedad en general? ¿Cuáles son los valores me distinguen? Una buena reflexión previa es vital para seguir avanzado con éxito en una startup.
Por supuesto otra clave es diseñar un producto o servicio atractivo. Y para ello, nada mejor que centrarse en la conceptualización del producto o servicio, además de elaborar un plan de negocio viable en un documento que servirá y mucho para que los socios sigan a rajatabla y no desvirtúen la idea de nuestra startup. Y como todo plan de negocio este debe contener puntos vitales tales como el análisis del entorno y del mercado; puntos fuertes y débiles; definición estratégica o misión, visión, valores, objetivos y líneas de actuación; plan de marketing y de comunicación; plan de operaciones y un plan económico y financiero.
Y otra idea clave: consigue inversores. Para ello nada mejor que venderse. En función del negocio en el que uno se mueva, necesitará más o menos inversión inicial como por ejemplo buscar futuros inversores como son los tan conocidos fondos de inversión o los business angels. Confeccionar interesantes y persuasivos argumentos de venta y explicar a los posibles inversores como pensamos ganar dinero o retornar la inversión. Con estos puntos claros, nuestra startup tendrá todas las claves para arrancar y ser un éxito.
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