¿Cómo elegir un buen servidor de hosting para mi sitio web?
Cuando hemos creado un sitio web y queremos publicarlo, es necesario buscarle un alojamiento en la red, lo que también se conoce con el anglicismo hosting. El hosting o alojamiento web es el servidor al que los visitantes acceden para visualizar los contenidos de una página web en su navegador.
Por ejemplo, cuando un internauta teclea en su barra de direcciones brandesign.es, envía una solicitud al servidor web donde está alojado nuestro sitio. A continuación, el servidor responde y muestra la página web solicitada (por ejemplo, este artículo).
Esta guía comparativa para elegir hosting o alojamiento web de Webolto nos presenta algunos de los principales proveedores del mercado internacional de hosting. Pero si necesitas ayuda para elegir, te recomendamos comenzar por esta lectura.
Por qué es importante elegir bien el hosting
La decisión del alojamiento web no es para nada inocente. De él depende que tu sitio web esté disponible cuando alguien quiere acceder a él. Si el servidor deja de funcionar o se cae, tu sitio web también dejará de estar disponible. Los servidores a veces son víctimas de ataques, así que conviene estar prevenidos.
Un servidor no deja de ser un espacio físico que se alquila en un ordenador, que a su vez está ubicado en un centro de datos físico y alimentado por una fuente de energía. Por tanto, la analogía con un ordenador doméstico no está muy lejos de la realidad: si el servidor se sobrecarga y se cuelga, tu sitio web también se colgará.
De estos aspectos dependerá el tiempo de carga de las páginas web de tu sitio, en función de los elementos que contengan: imágenes, galerías, etc. Naturalmente, esto influirá de forma directa sobre la experiencia de usuario. Pasados unos pocos segundos de carga, el internauta suele cansarse y abandonar el sitio web, por lo que una web lenta se traduce en leads perdidos.
Además, el tiempo de carga de una página web es un factor que influye cada vez más en el posicionamiento en Google. Sin un sitio web rápido, será imposible posicionarse en los primeros puestos de las búsquedas.
Qué hay que tener en cuenta al elegir hosting
La elección del alojamiento web debe ser una decisión meditada, pero eso no significa que sea sencilla. Existen multitud de ofertas en el mercado y vienen definidas por términos técnicos que no tenemos por qué comprender. Es como si queremos comprar un ordenador sin saber qué es el procesador y la memoria RAM. Merece la pena informarse un poco antes de efectuar el desembolso, ¿verdad?
Estos son los principales aspectos que deben valorarse en las ofertas de alojamiento web o hosting:
Copias de seguridad
Siempre hay riesgos de perder el sitio web que tanto ha costado construir. Los principales son un ataque informático o la instalación de algún plugin que estropee el código de una o varias páginas. Por tanto, la opción de recuperar el sitio web con una copia de seguridad reciente (y no el sitio web que subimos inicialmente, porque siempre va a haber cambios) es primordial al elegir hosting.
La mayoría de alojamientos web ofrecen copias de seguridad automatizadas, pero en algunos es necesario pagar un extra por acceder a ellas.
Espacio disponible
Naturalmente, deberás comprobar cuánto espacio para los archivos de tu web ofrece cada proveedor, que variará según el plan contratado. Recuerda, además, la importancia de haber optimizado el tamaño de todas las imágenes de tu sitio web antes de subirla al hosting.
Escalabilidad
A la hora de pensar en el espacio, no solo debes valorar la situación presente sino también las futuras. Es posible que tu sitio web crezca con el tiempo y en ese caso te interesará ampliar fácilmente el espacio en el hosting que hayas contratado. No se debe pasar por alto este aspecto a la hora de elegir.
Ancho de banda
Al igual que en nuestro internet doméstico tenemos ancho de banda, el servidor que acoge un sitio web también lo tiene. Es el volumen de información que se puede enviar por segundo.
Mientras que el espacio disponible hace referencia al tamaño de los archivos que forman el sitio web (imágenes, vídeos, etc.), el ancho de banda es importante si esperas tener muchos visitantes simultáneos en tu sitio. Es posible que tengas una página web pequeña pero esperes mucho tráfico, o viceversa.
Certificado SSL
SSL significa capa de conexión segura (Secure Sockets Layer, en inglés). Es un sistema de cifrado que encripta los datos para transferirlos de un navegador a un servidor. De esta forma los protege frente a ataques informáticos. Contar con este certificado es una garantía importante y muchos proveedores de hosting lo ofrecen gratis.
Ofertas específicas para WordPress
WordPress es el CMS más popular con diferencia, así que es probable que lo estés utilizando para crear tu sitio web. Si es así, te interesa saber que muchos proveedores de alojamiento web ofrecen planes específicos optimizados para WordPress. No dejes de mirarlos.
Panel de control
Desde aquí vas a gestionar los aspectos internos de tu sitio web: dominios, cuentas de correo corporativo, redirecciones, etc. Por tanto, conviene disponer de una interfaz intuitiva y fácil de utilizar. Dos modelos fiables en este sentido son cPanel y Plesk.
Servicio técnico
Ya sabes que no estás a salvo de sufrir problemas en tu sitio web. De hecho, es probable que tengas el contactar con el servicio técnico en más de una ocasión. Por eso es importante que el proveedor de hosting que elijas ofrezca una atención al cliente ágil y eficaz. No dejes de prestar atención a su horario (continuo 24/7 o limitado) y a los canales de comunicación que tiene disponibles (chat, correo electrónico, teléfono, etc.).
Opiniones de usuarios
Los foros con valoraciones de usuarios siempre ayudan, pero debes asegurarte de que las opiniones que consultas son variadas. Uno o pocos testimonios aislados no son igual de fiables que muchos.
Conclusión
Si recuperamos la analogía con el ordenador, podríamos decir que crear un sitio web equivale a acondicionar el local de la empresa y al contratar el hosting estamos comprando el equipo informático. Hay muchos parámetros técnicos que no sabemos hasta qué punto nos van a resultar necesarios. Pero no por ello debemos dejar de fijarnos en ellos. De lo contrario, corremos el riesgo de que lo barato nos acabe saliendo caro.